Suelo radiante, la opción de moda, gracias a su estética, ya que no se ve como los radiadores convencionales, su reparto de calor uniforme y que no expulsa aires son unas de las propuestas por lo que la gente instala suelo radiante en Barcelona.
Para funcionar solo necesita calentar agua hasta 45 grados en el suelo radiante, mientras en calefactores hay que calentarla hasta los 70 grados.
Para solucionar los problemas que podía ocasionar el suelo térmico, se demostró que si la superficie del suelo no supera los 29 grados no es malo para salud circulatoria de los usuarios, haciendo por eso aun mucha mejor opción que el resto.
El mayor conveniente, del suelo radiante en Barcelona, es el punto sostenible que te otorga. Su gran eficiencia energética puede incluso hacerte alcanzar el 20% de ahorro, en comparación, a los sistemas de calefacción tradicional.
Por otro lado, se ha desarrollado el zócalo radiante, es lo mismo que el suelo radiante Barcelona, pero en las zonas bajas de las paredes para hacer que el calor de dentro de tu hogar no se pueda acabar perdiendo por ellas y así conseguir mantener más el calor y mejorar la eficiencia de la casa. Gracias al zócalo radiante podemos ahorrar un 30% más que por los sistemas de calefacción tradicional.
El suelo radiante de Barcelona aporta un sistema fuera de emisiones de CO2 ya que es un sistema que no se calienta tanto como los sistemas más clásicos del mercado, de modo que se consigue reducir sus emisiones y un nivel de bienestar y confort mayor que con el resto.
¿CÓMO SE INSTALA EL SUELO RADIANTE?
Primero de todo deberemos intentar que el nivel del forjado sea lo más liso posible, para que el panel se pueda colocar correctamente. Después colocaremos un film aislante para evitar humedades en las zonas.
Se colocan las placas que usaremos para instalar las tuberías por encima. Importante saber que debe haber una distancia de 8 cm entre el forjado y el soldado
Después procedemos a la colocación del tubo al suelo y conectarlo al panel de control. Es necesario dos personas para hacer esta parte del trabajo sino el tubo podría enrollarse y romperse.
A continuación, comprobaremos si los tubos funcionan antes de tapar el suelo, ya que sino luego puede ser un buen follón.
Y para acabar instalaremos el equilibrado hidráulico. Como hemos comentado antes, no se puede superar la temperatura de 39 grados en el suelo. Con este aparato electrónico conseguimos no superar esa temperatura, y mantener una temperatura homogénea y regular en todas las partes de la casa.
Después de todo esto revisaremos si está todo correcto y nos dirigiremos a implantar el suelo encima del suelo térmico.
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