La potencia de nuestros aparatos y sistemas de refrigeración es un aspecto clave demasiadas veces olvidado
Cuando la mayoría de nosotros nos planteamos la compra e instalación de un aparato de aire acondicionado, solemos dejarnos llevar por la vista. Un aparato grande, vistoso y bonito llamará nuestra atención sin lugar a dudas, y lo primero que haremos al tenerlo instalado en casa será sin duda ponerlo a máxima potencia, que para eso lo hemos comprado.
Pues, lamento decirlo, pero estaremos cometiendo un grave error. Porque uno de los detalles más importantes en los que tenemos que fijarnos a la hora de adquirir nuestro aparato o sistema de aire acondicionado es su potencia.
¿Pero a qué nos referimos con la potencia del aire acondicionado?
Pues principalmente nos referimos a dos cosas. Porque cuando hablamos de potencia, existen dos tipos diferentes: la potencia eléctrica y la potencia de refrigeración.
Empecemos por la potencia eléctrica. La potencia del aire acondicionado es la que necesitará nuestro aparato para funcionar y será la que determine la eficiencia eléctrica del mismo. Eso es muy importante, ya que repercutirá directamente en nuestro bolsillo. Viene relacionada directamente con el puntaje en base a letras de la eficiencia del mismo. Si compramos un aparato que luzca una A++, seguramente tendremos que pagar un poco más que por uno que luzca una C, pero nos ahorraremos mucho dinero en la factura de la luz en los años venideros.
La otra potencia que determina la potencia del aire acondicionado es la potencia de refrigeración, que determina la capacidad del aparato o sistema que tengamos de convertir esa energía eléctrica que recibe en capacidad de refrigerar el aire. O lo que es lo mismo, la eficacia con la que invierte esa energía.
En ese caso es necesario tener en cuenta que no todo vale para todos, la potencia de refrigeración tendrá mucho que ver con la superficie que tengamos que refrigerar. Hay que tener en cuenta los metros cuadrados de la estancia, su aislamiento, la cantidad de sol que recibe, ya sea por tener una ventana o cristalera o su ubicación…
La potencia del aire acondicionado en cuanto a potencia de refrigeración se suele medir en frigorías por hora, aunque también se puede referir a ella en kilo Watios.
Debemos tener en cuenta todo ello y aplicarlo para poder decidir de forma efectiva cuál es el aparato y sistema que más nos interesa o que más se atañe a nuestro caso. Porque por mucho que nos pensemos que cualquier aire acondicionado puede valer para refrescar nuestro hogar, acertar con la potencia del mismo nos servirá para ahorrarnos dinero y maximizar la eficacia de aire acondicionado.
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