El funcionamiento de las calderas de gas y los diferentes tipos que existen

Una gran cantidad de gente tiene una caldera de gas en su hogar para el proceso de calentar agua ya sea para los radiadores y medios para estabilizar la temperatura de una casa, o para el agua corriente del uso doméstico. Para entender un poco de que se trata vamos a hablar de su funcionamiento y también vamos a entender los tipos de calderas que existen y que tenemos entre nuestras posibilidades de instalación.

El funcionamiento de las calderas de gas es muy fácil de entender, lo primero que debemos tener claro es que se trata de un sistema que está formado por dos partes, la primera, el quemador y la segunda el intercambiador. El primero es donde tiene lugar la combustión, por lo tanto, el gas fluye hasta el quemador, ahí se encienden unos fogones que empiezan su combustión. Cerca del quemador hay una tubería con agua, después del proceso de combustión se calienta la tubería del agua y esta empieza a fluir por el interior. Esa agua ya caliente se dirige al intercambiador. Allí se encuentran la tubería de agua caliente y una tubería de agua sanitaria, y se da el proceso donde se traspasa la temperatura elevada de la primera tubería, finalmente conseguimos que por el grifo salga agua caliente.

Ahora que ya sabemos y entendemos su funcionamiento, es momento de hablar de los tiempos de calderas de gas que hay en el mercado y en función de nuestras necesidades, saber cual sería más adecuada escoger.

El funcionamiento de las calderas de gas

En primer lugar tenemos las calderas de gas para agua sanitaria, que son aquellas que se ocupan de calentar el agua que posteriormente sale por los grifos y duchas y esté al alcance del consumidor en sus necesidades domesticas diarias.

En segundo lugar tenemos las calderas de gas para calefacción, son aquellas que se utilizan para ofrecer calefacción. El agua caliente esta vez hace un recorrido distinto, no pasa por el intercambiador, por lo que omite ese paso, y se desvía hacia los radiadores directamente a través de las tuberías. Una vez allí, calienta sus materiales y esos materiales exteriorizan el calor hacia tu hogar para subir la temperatura del ambiente hasta sentirnos cómodos y dejar de tener frío.

Por último tenemos las calderas mixtas que han estado diseñadas para poder hacer los dos procesos anteriores a la vez en el mismo aparato, dependiendo de la función que pongas en marcha. Según lo que escojas, el agua se dirigirá hacia los radiadores o por lo contrario, hacia el intercambiador. Esta doble función hace que ahorremos en espacio y en gastos, ya que invirtiendo una vez conseguiremos dos posibilidades diferentes.

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